Noticias

Sección psicología

Cuando la mente nos juega una mala pasada

Según defiende el modelo cognitivo – conductual la interpretación que hacemos de lo que nos pasa es la causante de que nos sintamos de una determinada manera. Según este modelo nuestra conducta viene determinada por nuestras emociones y estas, a su vez, derivan de nuestros pensamientos.

En ocasiones nuestra mente nos hace sentir mal al distorsionar la realidad y exagerar los acontecimientos. Para poder evitarlo el primer paso es ser capaces de reconocer cuándo esto ocurre y es aquí donde entran en escena las denominadas distorsiones cognitivas que son esquemas equivocados, errores sistemáticos a la hora de interpretar lo que nos rodea y que generan múltiples consecuencias negativas. Cuando las distorsiones cognitivas (en cuyo estudio destacan Aaron Beck y Albert Ellis) generan pensamientos automáticos estos suelen ser de carácter negativo. Es evidente que esta forma de procesar la información puede ocasionar consecuencias negativas en el plano personal, laboral, relacional…

          Se exponen ahora alguna de las principales distorsiones cognitivas. Tengamos en cuenta que todos tenemos experiencia en ellas.  El problema surge cuando no podemos explicar nuestra existencia sin ellas.

  • Hipergeneralización: hacer una norma general a partir de un hecho aislado. Suele relacionarse con palabras como “todo”, “nada”, “siempre”, “nunca”…
  • Magnificar o minimizar: quitar importancia a lo bueno que pueda sucedernos y exagerar lo negativo.
  • Adivinación del pensamiento o del futuro: los demás piensan mal de nosotros (sin evidencia de ello) o esperar que los acontecimientos sean negativos y las cosas salgan mal. No queda lugar para acontecimientos neutrales o positivos.
  • Etiquetar: el hecho de etiquetar imposibilita el cambio. En este caso, además, la etiqueta que nos ponemos será, por supuesto, negativa y global.
  • Autoacusación: relacionado con estar pidiendo disculpas continuamente y sentirse responsable de lo que está fuera del alcance de uno.
  • Polarización: hace referencia al pensamiento dicotómico de modo que todo tiene que ser perfecto o no vale nada, o es blanco o es negro.
  • Catastrofismo: en palabras sencillas “hacer un drama” de todo
  • Razonamiento emocional: lo que siento es cierto, la emoción se toma como algo objetivo. Esta distorsión implica que las cosas son como las siento.

Para modificar las distorsiones cognitivas debemos, una vez detectadas, aprender a interrogarnos sobre su validez y ser capaces de sustituirlas por pensamientos alternativos más realistas que nos generen emociones positivas.

Aaron Beck dijo: “nuestro modo de pensar determina en gran medida si alcanzaremos nuestros objetivos y disfrutaremos de la vida o incluso si sobreviviremos”.

Comentarios

Puedes realizar un comentario de la noticia. Dicho comentario será validado por un administrador antes de publicarse.

Error: El formulario tiene errores de validación
Diseño web: ticmedia.es | Powered by :: nesic.es